miércoles, 20 de enero de 2016

Cuando.

Tengo tantas preguntas que me hago a diario, pero la mas frecuente de todas ellas es el ''¿Cuándo?'' ¿Cuándo será ese día que tenga lo que anhelo? Alguien que me haga sentir princesa en sus brazos sin pensar que me va a fallar, o que tenga los suficientes testículos para soportarme, para amarme, como yo soy capaz de hacerlo. Así, tal cual soy. ¿Cuándo? ¿Cuándo me van a amar sin medida? ¿Sin condiciones? ¿Sin excusas? ¿Sin prejuicios? ¿Sin verguénza? ¿Cuando encontraré esa persona que me haga sentir que vuelo? Ya la he encontrado, pero jamás he sentido que ese vuelo haya sido de los dos lados... Cansada, de querer lo que no tengo, de enamorarme de idiotas con apariencias de amores verdaderos, que al final de todo, al final, siempre lo arruinan. Esa maldita pregunta del ''¿Cuándo?'' no deja de girar y girar en mi mente. A la larga te das cuenta que tenes que dejar de preguntarte tanto y solo dejar de esperar. Y seguir adelante, quizás en algún momento suceda. Ese alguien que te despierte con un beso, aparezca una noche de frío sin avisar y traiga pizza y cerveza, con historias que contar, con chistes mal contados para poder reír, y sobrevivir al invierno, juntos. Ese alguien que cuando te abrace te haga olvidar por un momento que existes. Me ha pasado, lo he sentido, solo que eso, era momentáneo. Quizás es eso, solo un momento. No hay amores que duren con todos esos detalles. ¿Cuándo? ¿Cuándo vendrás por mi? Loco amor. ¿Cuándo?

domingo, 20 de septiembre de 2015

Hoy quiero.

Hoy quiero hacerme un espacio para poder expresar con palabras lo que siento desde el primer día en que te conocí. Lo que no se anima mi boca a decir te lo quiero hoy escribir. Primeramente decirte que cuando te vi por primera vez, sentí en mi corazón esa chispa especial, produciste ese brillo en mis ojos que nadie podía explicar, esa sonrisa en mis labios que ocultaban algo detrás. Y en tus ojos pude encontrar el paisaje color café que siempre he anhelado admirar; en tu gigante sonrisa el lugar tranquilo adonde quiero escapar cada vez que algo anda mal. Ya no dejo de pensar en nuestros días futuros. No dejo de esperar que Dios mande una señal, para poder seguir adelante con su propósito y su plan (pero juntos hasta el final). Te imagino como esposo, como padre y mucho mas. Caminando de la mano, en la calma y también en la tempestad. Berrincheando de vez en cuando, pero nada que no podamos los dos juntos solucionar. Te quiero para siempre a mi lado, hasta mi vida caducar. No imagino un momento en el que no puedas presenciar. Amo verte, besarte, y aunque sea muy poco, escucharte hablar. Decir en cortas palabras, pero tan profundas, lo mucho que me amás. Amo tu piel, también tu mirar. Amo tu malhumor, y tus arranques de felicidad. Amo tus manos en mi cintura, que me hacen sentir segura, que jamás me dejarían escapar. Te amo tanto que nunca me importa el lugar con el sólo hecho de saber que conmigo estás. Sé que a veces soy insoportable, pero sé que mucho me aprecias, y amo también la paciencia con que muchas veces me tratas. Te voy a seguir eligiendo hoy y y todos los días de aquí en más. Gracias por los momentos, por la perseverancia, por ser así de perfecto con muchas imperfecciones. Por poner de cabeza todo mi mundo, por las risas inesperadas, por el amor especial que me das. Te amo y siempre te voy a amar.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Cuanto tiempo...


Cuanto tiempo te he dejado, guardada en un rincón de mi corazón. De mi mente. De mi vida. Tantas tardes de risa. De sol. De lluvia. Tantas noches frías. De soledad. De tristeza. Sin poder plasmarlas en un papel. Tantos momentos volados, sin darte lugar a conocer. Tantos caminos recorridos. Tantas personas pasajeras. Que aún sigues viviendo en mi. Como el primer día. Como la última vez. Te quiero como la primera vez. Que diste sentido a mis manos. Que diste a mi mente entender. Tantos momentos que no se borran si tan sólo los escribes. Tantos recuerdos de mi infancia con olor a verano. Que no puedo dejarte escondida ahí, sos lo que apasiona mi ser. Lo que me hace vivir. Lo que me hace volver a cuando creía que era feliz. Hoy te vuelvo a sacar a luz de ese escondite donde te tenía. No te quiero volver a guardar, porque descubrí que sos lo que Dios me dio, sos la capacidad que tengo para poder expresar, contar lo que llevo. Lo que dejé. O lo que simplemente por algún motivo perdí. Cuando te tengo siento que vuelo. Ya no quiero soltarte, quiero soltarme yo, para no dejarte otra vez atascada en un rincón. Tan sólo quiero decirte que sos mi sueño. Sos mis ganas. Quiero el día de mañana volverme con vos a encontrar. Para poder escribir y juntas volver a soñar. Escritura sos mi debilidad.