domingo, 20 de septiembre de 2015

Hoy quiero.

Hoy quiero hacerme un espacio para poder expresar con palabras lo que siento desde el primer día en que te conocí. Lo que no se anima mi boca a decir te lo quiero hoy escribir. Primeramente decirte que cuando te vi por primera vez, sentí en mi corazón esa chispa especial, produciste ese brillo en mis ojos que nadie podía explicar, esa sonrisa en mis labios que ocultaban algo detrás. Y en tus ojos pude encontrar el paisaje color café que siempre he anhelado admirar; en tu gigante sonrisa el lugar tranquilo adonde quiero escapar cada vez que algo anda mal. Ya no dejo de pensar en nuestros días futuros. No dejo de esperar que Dios mande una señal, para poder seguir adelante con su propósito y su plan (pero juntos hasta el final). Te imagino como esposo, como padre y mucho mas. Caminando de la mano, en la calma y también en la tempestad. Berrincheando de vez en cuando, pero nada que no podamos los dos juntos solucionar. Te quiero para siempre a mi lado, hasta mi vida caducar. No imagino un momento en el que no puedas presenciar. Amo verte, besarte, y aunque sea muy poco, escucharte hablar. Decir en cortas palabras, pero tan profundas, lo mucho que me amás. Amo tu piel, también tu mirar. Amo tu malhumor, y tus arranques de felicidad. Amo tus manos en mi cintura, que me hacen sentir segura, que jamás me dejarían escapar. Te amo tanto que nunca me importa el lugar con el sólo hecho de saber que conmigo estás. Sé que a veces soy insoportable, pero sé que mucho me aprecias, y amo también la paciencia con que muchas veces me tratas. Te voy a seguir eligiendo hoy y y todos los días de aquí en más. Gracias por los momentos, por la perseverancia, por ser así de perfecto con muchas imperfecciones. Por poner de cabeza todo mi mundo, por las risas inesperadas, por el amor especial que me das. Te amo y siempre te voy a amar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario